Las cuevas de curación de Gastein dan la bienvenida a más de 75.000 personas cada año. Todos ellos acuden a este lugar milagroso para someterse a una polémica forma de terapia con gas radón radiactivo, utilizado para curar una variedad de dolencias, desde la artritis a la psoriasis.
Cuando el pueblo de Gastein comenzó a explorar la cercana montaña Radhausberg en busca de oro, no tenían idea de que descubrirían algo tal vez más valioso: Bajos niveles de gas radón de origen natural. Con el tiempo, se dieron cuenta de que el gas radioactivo combinado con la humedad de las cuevas de montaña alta y temperaturas de hasta 41,5 º C, ayudaba a fortalecer su sistema inmunológico y cura algunas enfermedades muy graves.
El descubrimento de las Cuevas Healing Gastein se extendió como reguero de pólvora en toda Alemania, Austria y otros países de Europa Central y hoy Gastein es conocida no sólo como un destino de esquí de clase mundial, sino también como un lugar milagroso de curación con una alucinante tasa de éxito del 90%. La mayoría de las personas que lo visitan para el tratamiento radón dicen que unas pocas sesiones en las cuevas son suficientes para mantenerlos libres de dolor durante todo un año. Al parecer, el gas radiactivo es absorbido por la piel y los pulmones, activando el cuerpo a nivel celular y estimular el proceso de auto-sanación.
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